No creáis que yo vendría por medios sobrenaturales que desafían las leyes normales y naturales de la Madre Tierra y su Civilización. Dios Padre jamás invalidaría Sus propias Leyes, y los mismos logros evolutivos progresivos a través de la fe, confianza, esperanza en la relación infinita de la Trinidad, vuestro recuerdo común del regalo de Su Vida dentro de vuestra vida mortal. Estos ciertamente acelerarán el despliegue de su carrera dentro del currículo evolutivo en la Tierra.
Yo regreso de esta manera sencilla y sin pretensiones utilizando las plataformas ya diseñadas por la raza hasta hoy. Mi venida será, una vez más, solamente para los fieles a quienes el Padre les revela Nuestra llegada. Aquellos que Nos buscan en las brizas suaves del viento, con las beatitudes efervescentes de los ojos de un niño… la gracia instintiva del Reino Animal, la generosa naturaleza del Reino Elemental, quienes comparten su naturaleza de increíble y pleno gozo con la raza de la humanidad.
Estos son Mis hermanos, amados, ellos son Mis parientes. Mis niños… que no tienen las tendencias de la bestia, ni hacen que Me busquen para oprimirlos y conquistar a otros dentro de los Reinos de la Tierra.
Míos propios… estos son los que sostienen el tejido moral de su alma personalidad, y quienes desean de todo corazón servir a la hermandad de la humanidad a través de sus propios impulsos actualizados para participar con consciencia en la propia Paternidad de Dios y con la Hermandad de la Humanidad. Éstos son Mis hermanos… amados… quienes son tímidos en su bondad y verdad, generosos en sus elecciones, y que siempre buscan encontrar su maestría mayor, siendo uno con la Inteligencia Inmaculada y el Poder del Espíritu del Padre Hijo.
Cristo Micael de Nebadon
Yo regreso de esta manera sencilla y sin pretensiones utilizando las plataformas ya diseñadas por la raza hasta hoy. Mi venida será, una vez más, solamente para los fieles a quienes el Padre les revela Nuestra llegada. Aquellos que Nos buscan en las brizas suaves del viento, con las beatitudes efervescentes de los ojos de un niño… la gracia instintiva del Reino Animal, la generosa naturaleza del Reino Elemental, quienes comparten su naturaleza de increíble y pleno gozo con la raza de la humanidad.
Estos son Mis hermanos, amados, ellos son Mis parientes. Mis niños… que no tienen las tendencias de la bestia, ni hacen que Me busquen para oprimirlos y conquistar a otros dentro de los Reinos de la Tierra.
Míos propios… estos son los que sostienen el tejido moral de su alma personalidad, y quienes desean de todo corazón servir a la hermandad de la humanidad a través de sus propios impulsos actualizados para participar con consciencia en la propia Paternidad de Dios y con la Hermandad de la Humanidad. Éstos son Mis hermanos… amados… quienes son tímidos en su bondad y verdad, generosos en sus elecciones, y que siempre buscan encontrar su maestría mayor, siendo uno con la Inteligencia Inmaculada y el Poder del Espíritu del Padre Hijo.
Cristo Micael de Nebadon